Saturday, December 27, 2014

Colonial y mundial

La casa de mis sueños en un poquito de todo. Me he enamorado de tantas culturas y tantos estilos en mis viajes, que he hecho un dibujo mental de lo que sería mi aposento ideal. La estructura en sí, es estilo colonial, con grandes puertas de madera, loza color ladrillo y un jardín central. No estoy segura si está en el campo o en la ciudad, pues dependiendo del día, me la imagino con alrededores diferentes.

Al entrar por las hermosas y pesadas puertas de madera te encuentras un mesón con un porrón para las llaves. Es el mismo mesón y el mismo porrón de mi infancia, y están ahí porque siempre los amé.  Más allá del mesón está el jardín en todo el medio, con unos tres o cuatro chinchorros. En el centro del jardín hay algo similar a una fuente, pero en verdad es un antiguo reloj griego. Va drenando durante el día, y el nivel de agua va marcando la hora. Lo descubrí paseando entre ruinas en Atenas.

A ambos lados del jardín se encuentran dos habitaciones. Ambas son muy simples y minimalistas. Esa simplicidad la adopté en el norte de Tailandia. No he decidido si los cuartos tienen cama o no, pero definitivamente tienen chinchorros. Directamente opuesto a la entrada está la cocina. Es amplia y abierta, con ventanas inmensas. A la derecha está el comedor, con la mesa siempre puesta como me enseñó mi mamá. A la izquierda está un cuarto de té, inspirado por los salones turcos que me hechizaron en Estambul. Hermosas lámparas y cojines coloridos decoran el cuarto de té, dándole una vibra alegre y serena.

Pensándolo bien, lo más probable es que esta casa está ubicada en la playa, de manera que esas ventanas de la cocina, permiten la hermosa vista del imponente mar Caribe. Recuerdo lo divino que era despertarse con vista al mar en Vilanova, y esa delicia no la cambio por nada. Esta casa me la imagino habitada por unos cuantos humanos y seguramente dos o tres perros.

-Vita Armador

No comments:

Post a Comment