Sunday, December 14, 2014

Las Menudas Conchas de las Almejas

Las menudas conchas de las almejas, con las torcidas casas blancas y amarillas del caracol se me clavaron en la planta del pie izquierdo. Corría descalza con la libertad que me brindaba la playa infinita. Era tarea fácil cuando la arena era dura y compacta; sin embargo, correr en arena suelta se hacía difícil. Las piernas se hundían y mayor esfuerzo era necesario para levantarlas y continuar con el ritmo armónico del cuerpo.

Era muy temprano en la mañana y apenas comenzaba a iluminarse el día. El dolor agudo del pinchazo me hizo detenerme para sacudir todas las pequeñas partículas marinas incrustadas en mi pie. Sentada sobre el tronco de un árbol, una vez libre de los molusquillos, sentí esa necesidad inmediata que ocurre siempre en el medio de mis trotes diarios. El absorber el preciso instante e inyectármelo en mi ser era uno de mis momentos favoritos.

Mi pasión no solo se centraba en correr sino en vivir las sensaciones que cada uno de los elementos de la naturaleza siempre me ofrecía. Podía ser la delicada lluvia del mes de octubre, o los alfilerazos de la nieve que cae sobre la cara en el mes de enero. Podía ser una tormenta de viento decembrina demandando de mi el ser mas fuerte para poder continuar contra la corriente, o un calor agobiante de verano húmedo exigiendo paciencia y un movimiento mas lento para disminuir el desgaste. En este día en particular del mes de marzo, al inicio de primavera, era la suave brisa, el sonido de las olas y el olor del mar, olor a algas, olor a sal. 

Descalza, cubierta con una ligera chaqueta, unos moluscos sin intención alguna detuvieron mi andar para una vez mas extasiarme por mi fortuna. La fortuna de envolverme con los elementos que por mas intimidantes que sean, amplían la paz y sosiego en mi mundo libre.

- Urrutia Del Palmar

Nota: Línea escogida al azar para comenzar el cuento fue tomada de Don Quijote de La Mancha, Capítulo L: "...las menudas conchas de las almejas, con las torcidas casas blancas y amarillas del caracol, puestas con orden desordenada, mezclados entre ellas pedazos de cristal luciente..."

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