Monday, December 15, 2014

Ana Marìa

Frente a mi casa vivìa una familia que tenìa una hija que se llamaba Ana María.  Para mi era algo parecido a un angel.  Tenìa los ojos verdes como las esmeraldas, con una mirada soñadora. Su cabello era negro azulado y liso como la seda.   Tendrìa en ese entonces 18 años y yo 12.  El comentario de la cuadra era que su belleza era extraordinaria.  Muchas veces yo iba a su casa y con la diferencia de edad, que habìa entre las dos me sentaba en la sala y la veía embobada, mientras ella iba de un sitio a otro  casi en forma etérea.  A veces hablaba diciendo   que habìa  un muchacho que  le gustaba mucho y que querrìa casarse con èl.  Luego la familia la enviò a terminar los estudios a Bogotà y no volvì a saber de ella..
Pasaron los años me hice mujer y  por mi mamà supe que se habìa casado con un bogotano y tenìa una familia y aparentemente era feliz.

En un viaje que hice a Bogotà y por amigos comunes supe de ella y quise visitarla.  Fui a su casa y cuando la vi me quedè asombrada.  Aquellos ojos verdes luminosos, aquella sonrisa amplia de ella, aquel garboso andar, todo habìa cambiado.  La mirada era triste, los labios tenìan un rictus de amargura, el pelo, ya no era negro sino lo habìa teñido de rojo.  Cuando cruzamos la mirada y me reconociò como a aquella niña que habìa sido su vecina, me tendiò la mano y vì que la mano le temblaba.  La conversaciòn no fue màs allà de lo previsto, pues practicamente no habìa mucho que decir.  Cuando me despedì, sentì un raro dolor de añoranza por aquella persona que habìa sido lo que yo màs habìa admirado, que me hubiera gustado ser como ella.  Me preguntaba, què la habìa hecho cambiar tanto?, que dolor y que tristeza la tenìa tan abatida?.

Años despuès supe por conocidos que el marido le habìa dado mala vida,  que se habìa refugiado en las drogas y que un dìa, ya sin màs nada que esperar, se habìa suicidado.

Todavìa despuès de que han pasado tantos años,  el recuerdo que me viene de ella no es el ùltimo que vì, sino el de aquellos inmensos y bellos ojos verdes.

Thai Tin Marin


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