Sunday, December 14, 2014

Era un dìa cualquiera

Era un día cualquiera.  El despertador me hizo abrir los ojos. Me quedé quieta pensando en que tendría que levantarme, arreglar mi cama, bañarme, preparar cafe, vestirme y salir para la oficina. Pero de pronto mi mente se despejó y recordé que ya no estaba trabajando, que la empresa donde había trabajado los últimos veintitantos años había cerrado por la crisis del país.  Me di la vuelta en la cama y pensé qué iba a hacer entonces cada día de mi vida.  Cómo podría llenar el vacío que me estaba dejando el estar sin trabajo y tener 85 años.  Me sentía que ya no estaba apta para estar manejando por la ciudad, ni haciendo nada fuera de mi casa.  Sobre todo, haciendo qué?

Había llamado a varias organizaciones sociales para ofrecerme como voluntaria, pero en Venezuela no es como en los Estados Unidos, acá nadie da una respuesta positiva ni agradecida. Pensaba en todo lo que había llenado mi vida en todos esos años.  Había sido una ama de casa, me gustaban las relaciones sociales, siempre tenía reuniones para invitar a mis amigos, preparaba comidas, atendía a mis hijos y tambien por supuesto, trabajaba. Ibamos al cine, a los centros comerciales, visitaba a mis hijos.

Todavía me gusta invitar a las pocas personas que quedan, me gusta cocinar, preparar postres, pero ahora todo ha cambiado.  Con el país en franco derrumbe económico y sin seguridad, muchos de mis amigos se han ido, otros han muerto y los que quedan, no salen por miedo a la inseguridad  Después de las 6 de la tarde la gente se mete en sus casas.  Están cansadas  porque han pasado cuatro y cinco horas haciendo colas para conseguir los artículos más básicos, cuando hay aceite no hay azúcar o arroz, o jabón de lavar.   Por lo tanto la gente se siente  indignada, no consiguen medicamentos y nos sentimos humillados y desprotegidos.

Así son las cosas para las personas que habitamos este Valle de Lágrimas que es Venezuela.

Thaitín Marín

Nota: La línea inicial salió del Libro "Días de Tormenta" de la escritora Rosamunde Pilcher.

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