Descubrí
ese hermoso día de playa que podía correr; fue una revelación en plena adultez.
Desde aquel día en el lejano Caribe hasta hoy en la costa del Pacífico lo he
valorado como un sublime regalo para mi existencia, bien sea como
entretenimiento, como medio de locomoción o como medio de competición.
He andado ciudades con ese trote ligero pero pausado como del que se detiene a observar la
urbe desconocida. He cruzado charcos en carreras bajo lluvia constante
donde al final los pies mojados y dormidos anhelan esconderse bajo una manta
caliente. He corrido en playas cálidas y frías y en todas la sensación
es la misma, infinito placer. He corrido montañas con sus pendientes
empinadas que exigen concentración e ímpetu para ascender, y control y
habilidad para el descenso. He logrado correr a velocidades donde el corazón
que agita mi cuerpo pudiera desbocarse sin defensa. He corrido en la
madrugada venerando el alto cielo con su fondo estrellado.
He
logrado metas que eran inimaginables aquel día del pasado distante.
Y
dentro de este mismo deporte, en un afán de odio y destrucción he sido testigo
del hombre bueno tan lejos del malo.
He
corrido por horas interminables, gracias a la vida que me ha dado la marcha
de mis pies cansados.
-
Urrutia Del Palmar
----------------------------------------------------------------
Canción:
Gracias a la vida, de Violeta Parra. En itálico parte de la letra de la
canción.
No comments:
Post a Comment