Saturday, January 10, 2015

Un día largo

Querido diario:

Estoy bastante cansada pues hoy tuve un día muy ajetreado. Mi mamá está de viaje y Christopher estaba siendo tan flojo como de costumbre, así que tuve que madrugar a darle de comer a los animales y a ordeñar nuestras vacas.

Las clases estuvieron bastante aburridas y nos devolvieron el examen de biología, en el cual no salí muy bien que digamos. Odio las ciencias, no hay manera de que me entren en la cabeza. Prefiero hacer cien exámenes de matemáticas que uno de ciencias. No me gusta esa materia para nada.

Estaba medio deprimida por mi nota, pero cuando llegué a la casa me dió la bienvenida un delicioso olor, y sabía que la señora Pancha había horneado algo suculento. Me sirvió un gran trozo de torta con un vaso de leche, y me levantó el ánimo su mera presencia. La señora Pancha tiene una personalidad bastante peculiar, nos regaña mucho, pero siempre lo hace con amor. Hoy se dio cuenta de que andaba desanimada y se encargó de distraerme contándome de su día.

Luego de la merienda vino el veterinario y lo acompañamos a inspeccionar a Katana, uno de nuestro caballos. Ha estado inapetente desde ayer en la mañana, y estábamos preocupados por su bienestar. El veterinario dijo que nada parecía estar mal, pero se llevó una muestra de sangre para su laboratorio. Tendremos que esperar un par de días a ver los resultados.

Antes de hacer mis tareas ayudé a la señora Pancha a darle la cena a los animales. Los perros parecían especialmente hambrientos hoy. Tanta corredera por la pradera los deja exhaustos y con un inmenso apetito. Christopher por supuesto no quizo ayudar, y se quedó encerrado en su cuarto haciendo quién sabe que. A veces ese niño me saca la piedra.

Ahora me falta un poco de tarea y después a dormir, estoy muerta.

Hasta la próxima entrada.

-Adelina

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