Monday, January 5, 2015

A Eva la despertó la suave brisa que ondulaba las cortinas de su habitaciòn.  Se estiró aún soñolienta, con la mente todavìa enmarañada por el sueño.  De pronto, le vinieron los pensamientos claros.  Hoy 15 de febrero era su cumpleaños número 45.  Se estiró cuan larga era y enseguida pensò en todo lo que tenìa que hacer ese dìa. Miró el reloj de la mesita de noche y viò que casi eran las nueve de la mañana.  Por supuesto su esposo ya se habrìa marchado para la oficina. Posiblemente sus hijos que vivìan lejos, tambièn la llamarìan para felicitarla.
Esa noche vendrìan a cenar su hermana Margarita con su esposo y Maribel su cuñada con su marido.  Ya tenìa preparado el menú.  Una rica entrada de mariscos y de plato principal un roastbeef acompañado de verduras y por supuesto vino y la consiguente champaña para brindar. Se levantó de la cama para ir al baño y allì en la mesita ovalada viò un lindo paquete de regalo. Sabía que serìa de su esposo.
Fue al baño, se lavò los dientes y vino presurosa a abrir el paquete. Era un estuche de joyerìa y allì dentro, engarzada en oro había una bellìsima amatista.
Enseguida pensò en que su esposo le estaba demostrando su amor despuès de màs de 25 años de matrimonio. Que él recordaba que la amatista correspondìa a su signo de acuario, pero tambièn pensaba si no serìa un signo de arrepentiemiento por la frialdad  con que el matrimonio habìa atravesado los ùltimos años?.
Hubo un tiempo en que a sus oidos le llegaron noticias de varios escarceos amorosos  mantenidos por èl con amigas de su oficina.  Nunca fue  algo que provocase escàndalo, pero allì habìa quedado la herida que solo ella,con la tolerancia que caracteriza a los acuarianos, por la perseverancia que siempre mantuvo y el amor a su marido y la necesidad de mantener un hogar casi perfecto, siempre logrò esconder que se habìa enterado de esas pequeñas aventuras y logrò que su personalidad fuerte y honesta, diera muestra de que su hogar era algo inviolable y feliz y que nada ni nadie lograrìa estropearlo.

Thaitin Marin

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