Wednesday, January 14, 2015

Tú Y No Yo

Me encontraba en la hemeroteca haciendo una investigación para mi próxima publicación. Mis ojos desviaron la vista hacia el artículo contiguo y la foto que ví me dejó estupefacta. Era una foto mía de probablemente unos 18 años de edad; es decir, 40 años atrás. Lo curioso es que era una foto que yo jamás había visto. Las facciones eran idénticas a mis facciones; la única excepción era que en esta foto yo llevaba el pelo corto. Mi intriga crecía en forma desproporcionada ya que yo nunca tuve el pelo corto en mi adolescencia, pero ésa era yo, o si no mi hermana gemela.

Me detuve a leer la nota al pie de la foto y el artículo que la acompañaba para tratar de darle algún sentido a lo que se encontraba en aquél periódico de diciembre de 1975. Para mi estupor leí lo siguiente: "Artemisa Amoupulous, de 19 años de edad fue juzgada a cadena perpetua por su participación en los atentados de Tekeidefanes". El artículo relataba los hechos ocurridos en febrero del mismo año, las graves consecuencias del ataque, y la muerte de Sifros Lattarcuti uno de los autores del crímen. Concluía el artículo: "con la captura de Artemisa Amoupulous se cierra un amargo capítulo de la historia de nuestra hermosa isla."

Inmediatamente llamé a mis contactos con la policia. Necesitaba ayuda para encontrar a Artemisa y saber de sus orígenes. No me fue dificil. Tantas veces que los he ayudado con resultados de mis investigaciones me daban la "prebenda" de que me complacieran con algunos favores. Los resultados fueron que Artemisa había sido liberada después de 35 años de cárcel, pero seguía bajo control policial. Su dirección seguía siendo la isla de Tekeidefanes.

Cerré casa, hablé con mis familiares, mi oficina, hice maletas y tomé un avión en busca de una respuesta. Existe realmente un alter ego? es pura coincidencia? estamos emparentadas?

Del aeropuerto, alquilé una moto y me dirigí de inmediato hacia la dirección ofrecida. Sabía que estaba invadiendo la privacidad de un ciudadano pero la inquietud me mortificaba día y noche desde el día de la hemeroteca. Llegué en menos de 20 minutos ya que la isla es bastante pequeña y allí estaba alguien que podría ser cualquiera en el porche de la descuidada vivienda tomando un café. Haciéndome la loca me bajé y pregunté por una dirección cualquiera. Esta mujer, extremadamente flaca, y bastante envejecida simplemente me dijo: "Si de verdad buscas por una dirección pregúntale a otro, y si quieres saber si soy Artemisa la criminal, la respuesta es si. Estoy acostumbrada al desfile de turistas".

Su respuesta me dejó de una pieza, pero simplemente me hizo el trabajo fácil. Le pregunté si me podia acercar a los peldaños del porche y contestó "Si, ya no pongo bombas como antes, pero tal vez saque un cuchillo y te lo clave en el pecho". Por alguna razón supe que estaba simplemente fanfarroneando. De pronto su cara cambió cuando me empezó a detallar, se fue acercando poco a poco hasta que su cara estuvo prácticamente tocando la mía. Me tocó el rostro y aunque un poco incómodo no sentí miedo. Simplemente murmuró "Dios, era verdad".

36 horas mas tarde recogía mis cosas del hotel mientras las lágrimas rodaban desaforadamente por mis mejillas. Artemisa había nacido el mismo día que yo, en la misma ciudad. Aparentemente los médicos nunca le dijeron a mi mamá que había tenido gemelos. En aquella época no habían los avances de la ciencia para saber cuantos niños una madre podría estar gestando. Curiosamente, mi mamá siempre me dijo que su barriga conmigo había sido bastante grande para lo pequeña que yo fui. El médico cubrió la historia con la excusa de exceso de agua y peso innecesario. Artemisa y yo dedujimos que ella fue robada por el médico que nos trajo al mundo y entregada a unos mafiosos europeos que la educaron bajo la norma del crimen y del terror.

Curiosa como yo, hizo muchas preguntas en su juventud que la hicieron dudar de sus orígenes. Aprendía todo lo que veía y siempre lo hizo a la perfección con la gravedad que sus maestros eran criminales. A los 14 años ya había participado con sus "padres" en varios robos a mano armada. Era temeraria, cosa muy distinta a mi, ya que yo soy mas bien temerosa. A los 19 años se le presentó la oportunidad de un trabajo grande: participaría directamente en un atentado para robar todos los bonos y fondos de la isla. La cosa se les salió de las manos y 32 personas murieron.

Artemisa sufrió mucho en la cárcel porque su padre murió en el robo, y su madre murió un par de años después. Estaba completamente abandonada. Me contó que después de unos años de buen comportamiento, un guardia le regaló una cámara fotográfica, "me gustaba tomar fotografías así fueran de un agujero en la pared o de un vaso en el piso". Se me erizó la piel pensando en cuantas veces yo había tomado fotos de mis botellas de colonia en el piso con una lámpara reflejando la luz en la botella. A medida que hablaba notaba que era mucho mas lo que nos parecíamos de lo que nos diferenciábamos. Nuestras diferencias parecieran haber sido estrictamente circunstanciales.

Sentí una pena en mi alma al conocer a esta pobre mujer que pudo haber tenido una hermosa vida con una hermosa familia como la tuve yo. Esta pena nunca jamás me abandonará. Su frase de despedida cubrirá por siempre mi vida como una bocanada de fuego que te cubre el cuerpo. Con una semi-sonrisa susurró: "Tuviste suerte, pudiste haber sido tú y no yo"

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